El escultor Emilio Laiz Campos

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     Emilio Laiz Campos. Don Emilio Laiz Campos nace en Madrid, concretamente en la población de Vicálvaro, el 27 de Diciembre de 1917.

     Comenzó su carrera artística a la temprana edad de 8 años en los estudios de D. Lorenzo Coullaut Valera, grandísimo escultor autor entre innumerables obras del Monumento al Quijote de la Plaza de España de Madrid. Estas primeras enseñanzas las complementó con sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Madrid.

     No había cumplido los 15 años y ya hizo su primera e importante escultura, recibiendo con ella los primeros elogios de crítica y prensa. Se trataba de un busto del famoso torero D. Juan Belmonte (padre) que el escultor le entregó en la plaza de toros de Madrid el día que se despedía de los ruedos, acompañando al torero y mostrando dicho busto en su vuelta al ruedo.

    Su relación con el mundo taurino quedó patente en otras obras como el busto de Agustín Parra “Parrita”, el busto del Doctor Alexander Fleming en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid o el que realizó de Antonio Bienvenida y que donó al Museo Taurino de Madrid. Para la plaza de toros de Maracay (Venezuela) realizó una escultura de Manolete y la que sin duda sería su obra más importante en esta temática y que concluyó días antes de morir. Se trata de “La Girondina” dedicada al torero venezolano Cesar Girón que se encuentra en la explanada principal de esa plaza. En esta obra Laiz representa al torero iniciando el pase largo circular con la derecha que el torero realizaba con maestría y que pasó a tener esa denominación. Acompaña la escultura un hermoso y bien dotado astado apodado “Presumido”.

     Una de las características más significativas de la obra de Laiz Campos es el realismo de sus expresiones. “Ilusión” “Náyade” y “Ensueño” son una serie de estatuas de figuras de mujer en donde recoge la forma humana en movimiento dentro de la expresión más robusta y correcta. Laiz es capaz de plasmarlas con una armonía de ritmos y masas en donde lo vital guarda equilibrio con lo expresivo.

     Otro de sus retos más profundos es el retrato. Sus mármoles de niños donde el material está caldeado con la tibia blancura de la infancia (“Primavera” retrato de la niña Gloria Jimenez Manleón o el que realiza en mármol de Carrara del hijo de D. Efrain Casas). Los bronces de figuras conocidas (D. Enrique Loewe, el Marqués de Lozoya, D. Diego Méndez, arquitecto del Valle de Los Caídos, o D. Torcuato Luca de Tena) donde el adulto acusa con la rotundidad de su perfil de medalla toda la plenitud de su profundidad vital.

     La temática religiosa también la trabajó destacando por ejemplo la estatua de San Francisco de Sales que se venera en la iglesia de San Martín en Madrid o la de San Juan de Dios en Vélez (Málaga) o el Cristo de la Paz. Como otros grandes escultores de su época, Laiz Campos también realizó conjuntos escultóricos de personajes históricos de carácter militar.

      Es el caso de la estatua que realizó en Cartagena de Indias del Almirante Blas de Lezo, considerado uno de los mejores estrategas de la Armada Española. Fue conocido como “Patapalo” o más tarde como “Mediohombre” por las muchas heridas sufridas a lo largo de su vida militar.

     La más importante dentro de este tipo de escultura es la ecuestre que realizó de Simón Bolivar. Fue el tercer intento de rendir homenaje a este libertador pues dos iniciativas anteriores no fructificaron. El proyecto se llevo a cabo en 1967 gracias a una labor conjunta del Doctor Marañón como presidente del Instituto de Cultura Hispánica, el entonces alcalde de Madrid Arias Navarro y diplomáticos de varios países hispanoamericanos. Se instaló en el Parque del Oeste inaugurándose en 1970.

      El autor realizó varias copias para Colombia y Venezuela y otra para Sevilla emplazada en el Parque de María Luisa. Además de la estatua que realizó de Vasco Núñez de Balboa para Jerez de los Caballeros, Laiz Campos dejó varias obras en Extremadura.

      Es el caso del monumento al poema “La Nacencia” de Luis Chamizo que era un bajo relieve y que se instaló en los años 60 en el Parque de la Legión de Badajoz. Lamentablemente la desidia y el abandono han hecho que solo se conserve el mural de mampostería sobre el que se instalaban las esculturas. También en los años 60 y gracias al Instituto de Cultura Hispánica y el Ayuntamiento de Badajoz, Laiz Campos realizó un busto en bronce de este escritor extremeño situándose en el Parque de Castelar.

     Laiz Campos murió el 21 de septiembre de 1983 víctima de un tumor cerebral. Quiso el destino que su ayudante Francisco, trabajador incansable y perfeccionista como Don Emilio, muriera el mismo día y de la misma enfermedad.

(Para visualizar fotografías de las diferentes obras de Laiz Campos, les recomiendo visitar el muro de facebook de Emilio Laiz Campos realizado por su hija Margarita Laiz Abia)