Cuando uno visita un pueblo, siempre se buscan los elementos arquitectónicos que lo definen y dan personalidad. Normalmente suelen ser la iglesia, la plaza y el edificio del ayuntamiento. En el caso de Vicálvaro, al visitar su plaza, uno echa de menos encontrar su antigua casa consistorial. Muchos vecinos, sobre todo los de mayor edad todavía la recuerdan, pero ya hace 40 años que fue volada sin piedad y sustituida por el moderno y funcional edificio que ocupa actualmente la Junta Municipal.