Al amanecer del día 6 de septiembre del pasado año 2022 el AVE nos llevó a Sevilla, a donde, previamente concertado con el marqués de la Motilla, habíamos previsto trasladarnos para investigar y ampliar datos para Vicus Albus acerca de la vicalvareña familia Sevillano en su palacio. Una vez allí, llamamos al marqués que raudo vino a recibirnos y nos guio hacia su magnífico palacio en el centro del casco histórico de la ciudad hispalense, en la calle Laraña.
Al llegar, el marqués nos presentó a su hijo, a su nuera y a su administrador, y todos juntos recorrimos, durante muchísimo tiempo, las estancias del magno edificio admirando muebles, cuadros (entre los que había varios de la familia Sevillano, destacando dos grandes óleos, uno del Duque y otro de su esposa), lámparas, artesonados y un largo etcétera. Después nos mostraron algunos documentos y Eva Morejón, la nuera del marqués y la futura marquesa, nos condujo hasta los archivos de la casa Motilla.
Este archivo fue una de las mayores sorpresas, si bien para describir nuestra admiración por el palacio y su contenido podríamos escribir muchas líneas, al ver la gran sala en la que se encontraban los documentos nos faltan las palabras. Había, en organizadas estanterías, cientos de cajas/carpetas/legajos clasificados. Asimismo, también había cientos de libros incunables o antiguos, igualmente colocados. De la documentación que Eva ya tenía mucha organizada y localizada (nos aseguró que era una tarea que había emprendido pero que sabía que le quedaba mucho por hacer), nos facilitó el acceso a unos cuantos legajos con documentos originales de gran valía para nuestra investigación. Durante un par de horas fotografiamos más de trescientos, pero… no podíamos mantener allí a la futura marquesa más tiempo, ya que, como es lógico, se mantuvo en nuestra compañía.
Lámpara procedente del palacio de los Duques de Sevillano en Vicálvaro, trasladada al castillo de los Marqueses de la Motilla en Almodovar del Rio (Córdoba) en 2023.
La tarde fue de cambiar opiniones con el marqués que con sus historias nos llenó muchas horas de los dos días.
Al día siguiente visitamos las oficinas del asesor-contable del Marqués, dónde, de nuevo pudimos acceder a cientos de documentos relacionados con los Sevillano y en especial con la herencia de María Diega, la nieta del prime Duque de Sevillano. Nos volvió a sorprender la multitud de documentos originales conservados y que nos enseñaron sin ninguna reserva, base de la distribución de la fabulosa herencia que dejó María Diega y que tantos problemas existieron para su reparto.
Por la tarde, de nuevo el AVE nos trajo a Madrid, a donde regresamos con la idea de haber sido recibidos magníficamente por el marqués, su familia y empleados, con la satisfacción de haber encontrado una fuente de investigación difícil de abarcar. ¡Lástima no haber tenido unas cuantas horas más de tiempo para fotografiar más y más documentos!, y poder seguir investigándolos.
Agustín Fernández y Valentín González