Publicado: M. C. Vivancos, El concejo de Vicálvaro contra Gaspar Ordóñez: pleitos y conciertos en la obra de la iglesia parroquial de Vicálvaro, en “Anales del Instituto de Estudios Madrileños” XLVII (2007), págs. 453-464.
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El concejo de Vicálvaro contra Gaspar Ordóñez: pleitos y conciertos en la obra de la iglesia parroquial de Vicálvaro
Por Miguel C. Vivancos
O.S.B. Parroquia de Santa María la Antigua
Poco antes de 1592, el lugar de Vicálvaro decidió comenzar la obra de una iglesia parroquial nueva, comenzando por tirar el ábside de la antigua y levantando una nueva capilla mayor, en cuya traza tuvo algo que ver el arquitecto Francisco de Mora (1). El 19 de septiembre de 1592, una provisión real ordenaba rematar la obra de la iglesia de Vicálvaro, de acuerdo con las declaraciones y trazas hechas por Diego Sillero y Luis de Luzón, y desechando la propuesta del párroco, que pretendía ampliar la capacidad del templo con obras menores (2). Puestas por escrito las condiciones y firmadas el 22 de diciembre de 1592 (3), se procedió a pregonar la obra, admitir las posturas y, finalmente, adjudicarla a Alonso de Vara por once mil ducados más ciento de prometido el 15 de marzo de 1593 (4). Al día siguiente, Alonso Vara presentó como fiadores suyos a «Melchor García, tratante, y Gabriel Hernández, alvañir, y Francisco Vara, maestro de albañiría, y Gaspar Hordóñez, maestro de albañiría, todos vecinos desta dicha villa de Madrid, y [454] Pedro Bara, labrador, vecino del lugar de Fuenlabrada» (5). Todos ellos se comprometían a dar acabada la obra dentro de los cinco años siguientes (6), lo que, como veremos, no se llevó a cabo.
Antes de pasar adelante conviene decir algo sobre el maestro de obras, Gaspar Ordóñez, que nos acaba de aparecer como fiador y será uno de los protagonistas de esta historia. Cuando se hizo cargo de la obra de la iglesia de Vicálvaro no era un desconocido. En 1590 había comenzado a construir la desaparecida iglesia del convento de la Trinidad Calzada de la calle de Atocha, y hacia 1600 remodeló la iglesia del también desaparecido monasterio de San Martín, de la que Ponz dijo que era de orden dórico regular y que demostraba que su ejecutor había seguido buena escuela (7). Desde 1596 se le encuentra trabajando en diversas obras del real alcázar madrileño (8). En 1602 estaba echando los fundamentos de la iglesia de la Compañía en Alcalá de Henares, donde debió de intervenir Francisco de Mora, y con cuya ocasión llama Llaguno a nuestro maestro «buen arquitecto y práctico» (9). Desde 1612 trabajaba con otros maestros en el cuarto nuevo de la reina del alcázar (10). En 1618, junto a Miguel de Aguilar y Pedro Rodríguez Majano, aparece como maestro de obras en la capilla de la Orden Tercera, de Madrid (11). Todavía en 1637 se concierta con Francisco Baranda para el suministro de ladrillos necesarios para la obra de la iglesia del convento de San Norberto, de Madrid (12). También se sabe que realizó en 1617 la fuente de Santa Cruz, en Madrid, proyectada por Juan Gómez de Mora (13). De todo ello se desprende que estamos ante un maestro de segunda fila, pero de larga y fecunda trayectoria profesional, cuya intervención en la iglesia de Vicálvaro era, que sepamos, desconocida hasta ahora.