Nos movemos en unas coordenadas espacio-temporales, hoy paseamos por Vicálvaro del aquí y el ahora y somos testigo de su rápida transformación, de pueblo a barrio, de barrio pobre con equipamientos rudimentarios a barrio en veloz crecimiento. Los vecinos del aquí y el ahora, hemos visto volar el antiguo ayuntamiento, un vestigio de nuestro pasado que aún nos duele haber perdido, hemos sido testigos de la restauración de la parroquia de Santa Maria la Antigua, la construcción de su nuevo retablo, hemos visto como el cuartel que albergaba el conocimiento de la protección y defensa se transformaba en universidad dando un cariz más intelectual a nuestro entorno. Los transportes mejoran, llega el metro a Vicálvaro después de años de reivindicación vecinal. Se construye Valdebernardo, antigua tierra de labor, la fábrica de Valderrivas se derriba y se construye un gran poblado. Estos cambios trae consigo una gran aumento de la población, los vicalvareños se renuevan, desde la adopción de nuevos vecinos como la acogida a miles de inmigrantes que pasean por sus calles, o miles de jóvenes que vienen a estudiar desde distintos puntos de nuestro alrededor ... pero aún con tantos cambios todavía se oye el "voy a Madrid”.