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Vicus Albus se ha dirigido a la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, para evitar las DESTRUCCIÓN DE DOS IMPORTANTES YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS ubicados en Vicálvaro, con motivo de la voracidad urbanística aún existente a pesar de la crisis. En Vicálvaro se han estudiado y catalogado tres importantes yacimientos arqueológicos que la administración pretende destruir calificándolos de irrelevantes, mientras que los expertos los catalogan algunos como “el más grande de Europa” o “una de las primeras minas de la humanidad”. |
En los últimos días se han podido leer algunos artículos sobre este tema en la prensa:
Ante los planes de destrucci ón que se avecina Vicus Albus no ha podido ni querido permanecer impasible y muestra su repulsa formal a través del texto que transcribimos a continuación;
Dirección General de Patrimonio Nos dirigimos a Vds., ante la impotencia de ver destruir nuestro patrimonio en aras de la modernidad y queremos denunciar estos hechos que año tras año viene afectando a nuestro patrimonio cultural de Vicálvaro, un pueblo datado a trav és de documentos desde 1352 y hoy se ha convertido en un impersonal barrio de Madrid, pues poco a poco se nos va mutilando nuestras raíces y despersonalizando y borrando nuestra identidad cultural. Perdone que no nos hayamos presentado, es tanta la rabia, impotencia y enfado que no sabemos c ómo gritar ¡basta, ya! Somos una asociaci ón compuesta por vecinos de Vicálvaro sin ánimo de lucro, sin adscripci ón a ninguna ideol ógica política o religiosa, somos simplemente vecinos preocupados en potenciar nuestro barrio y su cultura, somos la Asociación Vicus Albus y cuyo fin que se recoge en el artículo 4 º de su acta fundacional es la investigación, recuperación, desarrollo y difusión cultural del patrimonio hist órico de Vicálvaro y su antiguo t érmino municipal €. La Asociación Vicus Albus es una entidad que viene trabajando en el hoy barrio de Vicálvaro desde 1982, creemos que con la tarjeta de presentaci ón de más de 30 años dedicados a profundizar en nuestras raíces hist óricas, sea suficiente para concedernos el derecho de hacernos oír aunque solo sea nuestro derecho a la pataleta, a la frustración y con nuestro grito sordo y mudo seamos capaces de decir a nuestros sucesores que hemos luchado por conservar a nuestras generaciones venideras nuestra herencia cultural. Estamos cansados que nuestros dirigentes decidan sobre la conservaci ón o destrucción de nuestro pasado, siempre anteponiendo los intereses econ ómicos y personales a los bienes culturales, es triste leer que el gobierno regional ha decidido destruir los yacimientos descubiertos en nuestro suelo porque carece de relevancia para conservarlos. Nuestra iglesia remodelada casi íntegramente en 1592, sufrió en la contienda civil española la pérdida del retablo construido en 1602, de su órgano de 1770, de todos sus bienes muebles que año tras año nuestros antiguos vecinos habían contribuido a crear y la incomprensión de otros, destruyen. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, van desapareciendo nuestras ermitas: la del Socorro, y la del Cristo de la Guía, solo conservamos la ermita de la Soledad y gracias a la intervención de nuestra asociaci ón que en 1984/85 la restaur ó con la ayuda de varios vecinos. En 1974, vimos atónitos como nos volaban nuestro ayuntamiento con dinamita controlada, ya no valía nuestro edificio con su soportal asentado en sus bellas columnas de piedra, su reloj y su veleta, estorba lo viejo, y los vecinos indignados vemos convertir en polvo años de autonomía municipal. Hace unos años, vimos destruir nuestra fuente de los Cinco Caños con su lavadero de piedra, la fuente de San Pedro, la de San Jorge y la de San Juan habían desaparecido un poco antes. Todas ellas nombradas ya en las Relaciones Topográficas de Felipe II. Actualmente, hemos visto como se descubrían dos grandes yacimientos en nuestro término municipal, uno nos remontaba hasta el paleolítico, en la finca denominada Charco Hondo. El otro nos remonta a la época romana y visigoda, se han descubierto cerca de un millar de tumbas y algunas construcciones. Nuestro suelo, muestra como si de un gran libro se tratase el paso de nuestros antepasados y hoy, rememorando la inquisici ón, queremos destruir de un plumazo. La Asociación Vicus Albus, quiere denunciar la impotencia que sufre ante la desidia municipal y auton ómica por intentar conservar parte de nuestro patrimonio. Nuestro barrio esta muy diezmado ya, para seguir destruyendo más sus escasos bienes culturales. Proponemos que conserven una muestra de ambos yacimientos, in situ, dentro de un pequeño parque que sirva para mostrar a nuestros hijos la forma de vida de nuestros ancestrales vecinos y pueda servir de itinerario cultural como parte del currículo educativo que estudian. Si ahora no es posible, puesto que las circunstancias econ ómicas no son las apropiadas para una inversi ón, pueden preverlo para el futuro, pero si edifican encima habrán borrado otra hoja de nuestro pasado y nos avocaran a la impersonalidad de otro barrio dormitorio de los alrededores de la gran urbe. La integraci ón y arraigo en el lugar donde tenemos nuestra vivienda y donde crecerá nuestra familia es fundamental y conocer la historia donde se naci ó o se vive, es importante para descubrir nuestras propias raíces, identificarse con la tierra y la cultura, y amar el contexto natural y social donde el hombre teje y reteje su propia existencia. Levantamos nuestra voz para gritar ¡Basta ya de expoliarnos! Y tengan a bien considerar la posibilidad de potenciar nuestro barrio y su cultura. Desde la Asociación Vicus Albus exigimos la conservaci ón de una muestra de estos yacimientos para su conocimiento y difusi ón para preservarlo y convertirlo en un hito arqueológico de nuestro distrito de Vicálvaro. Tenga a bien escucharnos y haga el honor de ejercer la defensa del patrimonio de la entidad que dirige. Y en espera de recibir noticias suyas, quedamos a su entera disposici ón para aclararle cuantas dudas pudieran tener al respecto. Un saludo. Vicálvaro 25 de junio de 2013
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