En los inicios de esta historia se recurrió a mí por mi condición de funcionario, no por otra cuestión, ya que yo no tengo ninguna carrera universitaria, solo el Graduado Escolar, no así mis compañeros de las aventuras iniciales, así como muchos de los que han continuado en las diferentes ejecutivas hasta la fecha.
Sin embargo, después de las primeras investigaciones parecía que se había acabado el proyecto, que fue cuando se puede decir que “tomé las riendas” del mismo y hago que se amplíen los objetivos.
Así fue desde que en 1986, que como presidente tomé posesión de la presidencia de VICUS ALBUS, yo he sido VICUS ALBUS. Así, con su nombre, la he representado en actos oficiales y oficiosos; he escrito y hablado con todas las personas e instituciones solicitando todo lo necesario para el bien de Vicálvaro, además de ir dando de alta a los nuevos socios. Lógicamente, aquí debo hacer un apartado para destacar a estos socios que, año tras año, han colaborado con su cuota; y a las ayudas que he recibido de los colaboradores, sin los cuales yo no sería nada, y que, con el tiempo que podían dedicar a la asociación, me han acompañado y ayudado. Estos colaboradores que son socios, amigos o vecinos, o las tres cosas. Pero es en estos momentos, cuando se está resintiendo la asociación de esa colaboración, ya que solo quedamos cuatro y somos pocos para tanta tarea, por lo que sería necesaria más ayuda y más socios.
Y llegado este momento tengo que pedir a los vecinos que aún no lo son que se hagan socios de Vicus Albus, la cuota no desgrava pero tampoco es muy grande son 14,42 al año aunque también se puede elegir la cuota que cada uno considere más adecuada, como ya han hecho otros.
En estos 40 años, que ahora celebramos, recuerdo a las personas que han trabajado conmigo para recuperar el patrimonio de Vicálvaro, como la Ermita de la Soledad, que la restauré junto con un grupo de estos colaboradores, (que no eran socios del equipo de investigación histórica) (todavía no existía VICUS ALBUS) pero en los anales quedará la gestión colectiva de nuestra asociación como quien realizó la restauración, tiene que ser así, no puede ser de otra manera. Asimismo, no se puede olvidar nuestro museo, en el que, desde su creación en 1990, gracias a mis investigaciones y a las aportaciones de tantos y tantos vecinos, a veces aportando recuerdos históricos y otras también su trabajo para trasladar los objetos a la repleta colección de la sede, se ha ido recopilando de forma material la historia de nuestra villa. Por cierto, creo que el ayuntamiento nunca ha estado a la altura de las circunstancias y en consonancia con este proyecto, único en su género en todo Madrid, y Vicálvaro se lo merece, por todo lo sufrido en estos 71 años.
Por otro lado, ha estado la divulgación de nuestra Historia, con la publicación de: HISTORIA DE VICÁLVARO, en 1986 y VICÁLVARO AYER Y HOY, en 1989. Después, se han editado varios libros más relacionados con Vicálvaro y que vendemos en la asociación.
Debo añadir que en los libros publicados por VICUS ALBUS mi papel siempre ha sido el mismo, “coordinador de la obra”, yo tenía en mi cabeza muchos de los datos históricos que algunos de los autores podían ignorar y los ponía en su conocimiento para que fueran reflejados. Jamás redacté un párrafo en los mismos, aunque los autores decidieron, en la mayoría de los casos incluirme entre ellos. Si en alguno de los libros publicados desde VICUS ALBUS no aparezco así es por una decisión del autor de ese libro en concreto.
Como curiosidad, recuerdo que para el libro Vicálvaro ayer y hoy, nos reuníamos en mesas de bares o en las de la plaza Don Antonio de Andrés. Ellos redactando los textos y yo aportando datos históricos relacionados con las imágenes, buscando las fotos antiguas y también realizando todas las nuevas para completar este trabajo.
Ahora, con acudir a la sede-museo todos los días, mañana y tarde, a realizar la tarea diaria que allí tenemos, me siento feliz, y mientras no ocurra nada extraño allí estaré, con libros publicados o no, con exposiciones hechas o sin ellas, da igual, allí me tendréis hasta que doble la servilleta.
Ya he comentado mis contactos para defender Vicálvaro y VICUS ALBUS, y entre estas gestiones está mi relación con los diferentes concejales del distrito. No ha existido ninguno con el que no haya tenido mis diferencias, en caso contrario, no sería Valentín.
- En la etapa inicial, los primeros contactos fueron con los socialistas, durante seis años, con altibajos, pero se puede decir que fue cuando recibimos la mayor subvención para poder publicar el libro Vicálvaro Ayer y Hoy.
- Una de las mejores fases, a nivel de colaboración, fue durante el mandato de Venancio Mota. Durante el mismo, se nos concedió la sede donde hoy nos encontramos, así como otras colaboraciones muy importantes.
- Durante la etapa de Carmen Torralba, la más larga, más de lo mismo: luces y sombras, aunque más luces que sombras. Hay que añadir la inclusión del mantenimiento de nuestro local-sede durante su mandato, jamás ha vuelto a producirse, también durante su mandato y como continuación al anterior las conversaciones para que el ayuntamiento se hiciera cargo del museo con todo su contenido, no se pudo llevar a cabo.
- La peor etapa fue durante el mandato de Carlos Sánchez Mato y sus asesores, nos condenaron al ostracismo y nos retiraron durante tres años la subvención a la que teníamos derecho.
- Así llego a la actual Junta que es de traca. Fue el pasado 20 de octubre de 2021, cuando, en un acto institucional e invitado por nosotros, nos visitó el alcalde José Luis Martínez-Almeida, junto al concejal del distrito, (por cierto acto institucional donde el presidente de VICUS ALBUS no tenía concedida la palabra, según el protocolo redactado por la Junta). No obstante, cuando hablé (saltándome el protocolo) le manifesté al alcalde mi desacuerdo con el trato dado a Vicálvaro desde el nefasto día 20 de octubre de 1951 hasta la fecha, ya que si hubiera seguido como pueblo le hubiera ido mejor (hay otras opiniones como la de mi amigo Nicolás). La reacción del alcalde y del concejal fue dejar de dirigirme la palabra, apartarme del grupo y hacerme un ostracismo que no me esperaba, si lo llegó a intuir a lo mejor me hubiera callado, (es difícil) pero pensaba que tanto el concejal como el alcalde tendrían un talante diferente, más mano izquierda o derecha. Después de separarme, el concejal le enseñó al alcalde la exposición sobre la anexión, aunque me pregunto: ¿qué podía saber este concejal sobre esta exposición?. Posteriormente, según nota de prensa del Ayuntamiento, la Junta Municipal había organizado dicha exposición. (esto bien se puede llamar apropiación indebida). Ninguno de los asistentes me ha hecho ningún comentario sobre no constar en dicho protocolo, pero si sé que les molesto mi intervención.
Jamás he conseguido que ningún alcalde visite el museo, solo Manuela Carmena y más recientemente la Vicealcaldesa de la actual corporación, pero no ha servido de nada, y eso que nosotros le damos todo nuestro bagaje gratis al ayuntamiento para que continúe con esta labor para solaz de los vecinos de Vicálvaro en particular y Madrid en general, ¿lo conseguiremos.
Es mi deber recordar y nombrar a algunos de los cooperantes que en este caso concreto me ha echado una mano, la cosa no es facil:
- Jesús Moreno
- Antonio Martínez
- Fermín González
- Juan Carlos Payo
- Agustín Fernández
- María Teresa Sevilla (artífice de tanta tortilla)
- Camelia Untaru
- Jesús María Martín
- La asociación REDESCUBRE VICALVARO y en particular a su presidenta Merche Lahuerta, siempre hay.
- Al socio Pedro Aldaravid con su empresa.
- Al establecimiento de alimentación «La Buganvilla».
- La Empresa de Servicios Mabuc Magnagement S.L.
- Asociación Fotográfica de Vicálvaro.
- Y a los funcionarios de este centro, todo han sido facilidades para el montaje.
No obstante, después de estos reconocimientos, es posible que se me olvide alguien, por lo que pido disculpas, si así ocurre.
Como final, después de este discurso, quería añadir que estoy agradecido y orgulloso de haber sido designado presidente de VICUS ALBUS, aunque como he repetido a muchos, esta asociación sin mí sería diferente, no sé si mejor o peor, pero diferente, aunque es posible que fuera INEXISTENTE.