Antes de llegar a nuestras casas el Canal de Isabel II, el agua fluía hasta nosotros por manantiales o por un sistema denominado de “Viajes Antiguos”.
¿Que es un viaje de Agua? Los “Viajes de agua” consisten, en esencia, en tres partes esenciales, una red de pozos y galerías de drenaje o captación, excavadas en el terreno, una galería de conducción y una nueva red, esta vez de distribución con la que se alcanzan las diversas fuentes encargadas del suministro de agua para consumo. El origen de ese sistema se conoce por la palabra árabe Khanat, por lo que podemos considerarlo una herencia del pasado musulmán en la península ibérica. Este sistema de recolección de agua es común en la región este del Mediterráneo y en el Norte de Africa, los más antiguos datan de cerca del año 1000 a. C., y parecen originarios de la antigua Persia, aunque también se ha señalado que podría ser originario de la península de Omán o del noreste de la meseta de Irán. De cualquier modo, los persas, cuya economía estaba íntimamente ligada al Khanat, expandieron la nueva tecnología junto con sus conquistas, desde los oasis de Egipto hasta Bactriana. En árabe se denominan falaj, en el Magreb fogara, en Marruecos khitara, en Afganistán, Pakistán y el Turquestán Chino, karez, y en China oriental: kanerjing.
Tapa de la chimenea de la Fuente de los Cinco Caños.
Chimenea de la Fuente de los Cinco Caños.
Entrada a la galería del Viaje de Ambroz.
Las galerías de captación son minas que se encuentran bajo el nivel freático, y las de transporte y distribución, por encima del mismo, todas ellas con la suficiente pendiente para que el agua discurra por gravedad. Las perforaciones de captación se realizaban en la capa superficial de la zona húmeda. A mayor profundidad se hubiera captado mayores caudales, pero al inundarse las galerías impediría el trabajo manual de los poceros.
Tipos de galerías.
Galería a lomo de caballo del viaje de Ambroz.
Construcción de un viaje
El primer paso a dar para la construcción de un viaje era localizar los “lentejones” de agua en zonas donde el nivel freático (1) se encontrara a nivel superior al de los puntos de consumo previstos. En principio, el desnivel existente entre alumbramiento y las fuentes debía corresponder a una pendiente del orden del 1 por 100, o superior, para que el agua se desplazara por gravedad.
Se planteaban dos problemas:
1º Saber localizar el lugar donde se tenia que perforar para alumbrar agua.
2º Saber si el lugar localizado estaba a nivel mas elevado o no que el lugar a donde iba destinada esa agua, principalmente cuando estaban distanciados varios kilómetros.
Para localizar dichos lentejones, se seguían las antiguas técnicas de observación sobre signos externos:
1º. Observar los signos externos que las detectaran (plantas, abundante lodo etc.….). Se prestaba atención especial a la “anea”, caña gruesa, identificada como esparto.
2º Utilizar materiales que se impregnaran de humedad al estar enterrados.
Construcción de galerías:
Las minas y galerías se construyan desnudas o revestidas de obras, dependiendo de la naturaleza del terreno, siendo el revestimiento necesario cuando era previsto el posible desmoronamiento de paredes y techos por no estar el terreno suficientemente compactado. En cualquier caso, las minas de captación revestidas deberían serlo de manera que no impidiera el drenaje del agua.
El revestimiento de las galerías de conducción y reparto, al ser estanco, evitaba la contaminación del agua por elementos externos.
Al tratarse de terreno sobre el nivel freático, el agua debía discurrir en las galerías por canalización impermeable (cañería, canalillo de barro cocido,) para evitar perdidas de agua por filtración.
Galería que se observa en la zona de Ambroz después del vaciado de la mina de sepiolita.
Revestimiento de la galería de Ambroz.
En Vicálvaro funcionaron algunas de estas conducciones de agua hasta 1975, sin olvidar la Fuente Carrantona que perduró hasta la década de los 90, pero no sabemos nada de su construcción aunque ya en 1576 ( en las relaciones de Felipe II) se habla de tres Fuentes que surten de agua a la población y el ganado, en la descripción de Thomas López de 1785 se dice que “ tiene este pueblo cuatro fuentes de aguas claras y buenas, la una, de tres caños muy abundantes, y las otras de tres, con su caño cada una, cuyos nombres son. La Fuente de Arriba, que es la de los tres caños, la de San Jorge, la de San Pedro y San Juan y, además, tiene otra fuente, aunque sin caño, que tiene algo de mineral para mover el vientre y otros saludables efectos”. Con lo que en los 200 años que separan ambos relatos surgió otra fuente y afloro otra con efectos medicinales.
Si podemos saber sus tipos constructivos por varios autores que han tratado estos viajes (2), desde la fundación de Madrid se tiene conocimiento del aprovechamiento de las aguas subterráneas para abastecer a la población, una técnica musulmana, hasta la llegada del canal a la capital en la segunda mitad del siglo XIX, a Vicálvaro no llegaría hasta el siglo siguiente, hacia la década de los 50, en las actas municipales del Concejo madrileño en el siglo XV se dice “se impondrán penas a los que no conserven y cuiden los viajes”.
Fuente de los Cinco Caños.
Interior del lavadero de la Fuente de los Cinco Caños.
En nuestro barrio hasta hace pocos años se podían observar algunas bajantes llamadas chimeneas que daban acceso a esas galerías que discurrían por el subsuelo vicalvareño, en el actual barrio de Valdebernardo existía el viaje de la Fuente Carrantona, esta fuente está documentada desde 1197, existe una referencia sobre el viaje de Vallecas que enlazaría en Vicálvaro con el de la Fuente de los Cinco Caños y dice que se arrienda la dehesa de Vallecas para hacer frente a los gastos de la Fuente Carrantona, año de 1599 (3), en Ambroz existían dos viajes que llegaban hasta Coslada y que en 1745 fueron utilizados para surtir de agua la red de la Real Fábrica de Tejidos de San Fernando, y en Vicálvaro en la zona de las Gallegas estaba el viaje de la Fuente de los Cinco Caños de la cual conservamos una de las entradas a la galería, su desaparición fue recogido en la prensa de la época con el título “Desaparece la última fuente”, también de la Fuente de San Pedro tenemos constancia de dos entradas una en la esquina de San Cipriano con la del cementerio y otra frente a la entrada del mismo, el desnivel entre esta zona y la fuente es muy grande por lo que la galería debería ir muy profunda.
Entrada a la Galería de la Fuente de los Cinco Caños.
Gracias a un documento fechado en 1958 proveniente del extinto ayuntamiento de vicálvaro (4) podemos saber el caudal que aportaban las fuentes:
Fuente de los Cinco Caños 1,03 litros por “
Fuente de San Juan 0,05 litros por “
Fuente de San Pedro 0,61 litros por “
Fuente de la Marroquina 0.09 litros por “
Fuente de San Jorge 0,10 litros por “
Fuente de San Pedro.
La últimas referencias escritas sobre estas fuentes son una serie de documentos fechados entre 1948-1964 y referido a la Fuente de San Pedro y de los Cinco Caños en las cuales se nombra a dos empleados municipales para que se limpien diariamente estas dos fuentes, varios años después, se pedía un nuevo guarda de fuentes ya que el anterior hacia 3 años que se había jubilado.
Diario “Arriba”, 1975.
La desidia municipal hizo que todo este patrimonio desapareciera haciendo caso omiso a la recomendación de la UNESCO que en mayo de 2002, recomendó su protección como monumento de herencia mundial, ya se veía venir cuando años después de pasar Vicálvaro a pertenecer a Madrid empezaron a faltar recursos que si tenia el mismo cuando aún conservaba su autonomía municipal.
Cuando aún teníamos autonomía municipal…
…comienzan los problemas…
…que se van agravando.
Todavía hay mucha gente que se acuerda de Andrea Dorrego, “La aguadora”, por dedicarse con su borrica y los 4 cantaros a coger agua de la Fuente de los Cinco caños o Fuente de Arriba, y recorriendo las calles del pueblo repartía el agua entre los vecinos que se la habían solicitado.
(1) Nivel freático es la superficie que cubre la zona del subsuelo donde la tierra se encuentra empapada del agua acumulada al existir una capa inferior de tierra impermeable. Esta agua puede encontrarse estancada o en movimiento, en cuyo caso discurriendo hacia la cuenca de un río.
Andrés García de Céspedes, tratado sobre la conducción de aguas.
Teodoro Ardemans, Fluencias de la tierra y curso subterráneo de las aguas.
Juan Claudio Aznar de Polanco. Antiguos Viajes de agua, agua que tiene Madrid para su abasto.
(3) AHN sección Mesta libro 270 folio 416-419
(4) Archivo Vicus Albus caja Nº 22.2
Bibliografía:
Guerra Chavarino Emilio Los viajes de agua de Madrid. Anales del instituto de Estudios Madrileños 1996 pág. 419
Valentín González Gálvez